4- Qué buen tipo sos... que podés permanecerle fiel a una mujer.

Lógicamente... el poder amatorio de una mujer es superior al del hombre. E infinitamente superior, opino yo.

"Creermelá" como para tener varias novias, e incluso varios "pensamientos" sobre otras, es como intentar repartir una rebanada de pan entre una multitud de verdaderos hambrientos: no conforma a nadie.

Soberbia infinita la del hombre, por no decir ignorancia supina, si en algún momento cree poder estar con varias. No sabe nada de mujeres.

Ni de mujeres, respeto, satisfacción; ese hombre en particular tendría que volver a nacer. Creyéndose conocerlas, ¡amarlas! sólo crea un tendal de muy soberbia/ estúpida infelicidad. No merece llamarse hombre, y ni siquiera "niño"... un niño ama a su mamá.

3- Qué buen conductor que sos; cómo respetás a la gente.

Yo soy gente... no soy un auto. Una moto; etcétera. Y cualquiera de esas cosas es infinitamente más pesada, dura y peligrosa que una persona caminando.

Y yo también camino... no soy "Robocop". Ni con alas, ni metal. ¿Sería "lógico" que yo me creyera un auto, una moto o cualquier cosa diferente del verdadero peatón que soy?

¿O cuando bajo del auto, bajo con piernas biónicas, o en una alfombra roja especial? ¿Cómo voy a arrojar semejante vehículo contra alguien; cómo tocarle bocina siquiera?

¿Acaso no está clarísimo que por la diferencia de poderes, el peatón haga lo que haga siempre tiene razón?

2- Sos muy buen@ porque siempre estás disponible para hablar con nosotr@s.

Es lógico que el trabajo, los objetos y las -cosas- valen menos que personas. No "me quitas el tiempo" si dejo de trabajar para hablar con alguna persona; al contrario: lo vuelvo al tiempo verdaderamente más real.

Las personas son reales, superan a todas las cosas y merecen atención. Nosotros mismos, lógicamente, somos personas.

Si no cabe duda que somos importantes sobre las cosas, ¿cómo i-lógicamente vamos trataremos como cosas a los demás?. Y peor aún... ¿cómo "menos" que cosas?.

Es lógico, real, saludable, y hasta obvio dejar el trabajo y cualquier cosa para hablar con cualquier tipo de persona, así sea casual.

1- Sos muy amable y muy respetuoso siempre con la gente.

Es que "gente" soy yo. Yo mismo soy "gente" y me respeto. Y respeto las necesidades de cualquier persona. No soy más, ni menos... Y en todo caso menos: en especial con personas que necesiten ayuda, y con los mayores.

Esa persona -no- es diferente. Ni la de la calle, que no tuvo -literalmente- la misma s-u-e-r-t-e que yo; ni la que de repente no es tan "buena"; todas las personas tenemos los mismos derechos y obligaciones.

Si alguien es (/está siendo) malo con alguna otra persona, está realmente siendo ilógica con ella y consigo mismo. No existe, lógicamente, tal superioridad.

Si yo la juzgo, y digo: "qué mala es", tampoco es lógico... "está siendo", en todo caso, por ahora. No existe, lógicamente, la a-temporalidad.